miércoles, 10 de diciembre de 2014

ALAÍDE FOPPA: DESAPARECIDA POR LA INTELIGENCIA MILITAR GUATEMALTECA.

Hay abiertos tres juicios por la desaparición de la feminista
•elmercuriodigital ▫ Viajó a Guatemala a renovar su pasaporte guatemalteco vencido y el 19 de diciembre de 1980 fue secuestrada en pleno día en la 9ª avenida de la zona 1 de la Ciudad de Guatemala, desapareciendo sin dejar rastro. Se asumió que fue el gobierno del general Fernando Romeo Lucas García el que ordenó la desaparición y más tarde el asesinato de Alaíde Foppa, pero no pudo comprobarse. Organismos internacionales y grupos de intelectuales de Francia, Estados Unidos y México, exigieron que fuera regresada con vida, sin tener éxito en sus demandas.

Anaiz Zamora Márquez. Cimacnoticias | México, DF.- “Mi vida es un destierro sin retorno. No tuvo casa mi errante infancia perdida, no tiene tierra mi destierro. Mi vida navegó en nave de nostalgia (…) pensaba zarpar un día, y el presentido viaje me dejó en otro puerto de partida” reza el poema Destierro, escrito por Alaide Foppa, feminista que si bien nació en España, luchó por la libertad y derechos de las mujeres del mundo.


Foppa fue una mujer transgresora que reivindicó el placer de vivir, fue una luchadora social política, traductora, periodista, políglota, poeta y profesora, una protagonista de la historia. Dejó la herida de su desaparición en su familia, pero también en sus compañeras de lucha desde aquel 19 de diciembre de 1980 cuando fue secuestrada en la ciudad de Guatemala por presuntos miembros de la inteligencia militar conocida como G-2.


“La sin ventura”

En 1914 en España, uno de los tres países en los que edificó su historia quien ahora es reconocida como el símbolo de la lucha feminista en América Latina, escribió “No se puede vivir con una muerte dentro: Hay que elegir entre arrojarla lejos como fruto podrido o al contagio dejarse morir”, y ella nunca se dejó morir.


Alaíde Foppa nació en Barcelona, España, fue hija de una terrateniente guatemalteca y un arquitecto italiano. De acuerdo con la antología de la también escritora Elena Poniatowska, la feminista  creció “entre libros y música”.


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Estudió Historia del arte y Letras en Italia, su dominio del idioma italiano le permitió obtener recursos económicos durante varios años al trabajar como traductora.

Durante la década de los años 40 vivió en Guatemala, y sus días transcurrieron en la efervescencia de la revolución guatemalteca de 1944, en donde ofreció sus servicios al hospital.


Foppa llegó a México con su esposo, Alfonso Solórzano, colaborador hasta 1954 del régimen democrático guatemalteco. Ambos salieron del país centroamericano debido a la persecución política de que eran objeto por parte del entonces dictador Romero Lucas García.


Cabe mencionar que dos de sus cinco hijos participaron y perdieron la vida activamente en el Ejército Guerrillero de los Pobres, en Guatemala.


Ya en México hizo grandes aportes al feminismo mexicano y Latinoamericano. Creó el programa radiofónico “Foro de la Mujer” que se transmitía en Radio Universidad, que inició sus transmisiones al aire en 1972, en ese espacio se comentó todo  lo acontecido en 1975 durante la Conferencia del Año Internacional de la Mujer realizado en México.

Ese micrófono también se convirtió en la tribuna de denuncia de cómo vivían las mujeres mexicanas, señalando la desigualdad con los varones, cómo la violencia era un asunto público y no privado.


En 1975, junto con Margarita García Flores, publicó Fem, una revista feminista de análisis, discusión y lucha que dio cabida a la creación literaria de mujeres que escriben con sentido feminista y que contribuyen con su obra al reconocimiento de ese nuevo ser, libre, independiente y productivo.


Alaíde Foppa financió la publicación con sus propios medios, y junto con Margarita, creó la sociedad civil Nueva Cultura feminista, responsable de la publicación de la revista Fem.


Además de abrir la cátedra de sociología de la mujer en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), era conferencista en diversos espacios, crítica de arte y articulista en algunos periódicos.


Alaíde se daba tiempo para participar regularmente en Amnistía Internacional y en la Agrupación Internacional de Mujeres contra la Represión (AIMUR). Y continuó con su trabajo como poetisa.


“La casa estaba vacía en la hora de la despedida, y sin embargo quedaban las cosas de nuestra vida”, fue el “Adiós” que Foppa dio en uno de sus poemas.


El 19 de diciembre de 1980, cuando Alaíde Foppa se encontraba en Guatemala con el propósito de renovar su pasaporte, fue secuestrada junto a su chofer Actúm Chiro, por presuntos miembros de la inteligencia militar guatemalteca.


Desde ese día la feminista forma parte de la interminable lista de personas desaparecidas que se nutre día con día en las naciones de América Latina.


Mítines, recitales de protesta, desplegados con miles de firmas aparecían diariamente en la prensa nacional e internacional pidiendo la aparición con vida de Alaíde Foppa. Todo fue inútil.


Recientemente su hijo, Julio Solórzano Foppa, informó a la prensa que actualmente se tienen tres juicios abiertos por la desaparición de la poetisa: en la Audiencia Nacional de España, la Corte Suprema de Justicia de Guatemala y en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).


En el centenario de su nacimiento conmemorado el pasado 3 de diciembre, Julio y su hermana Silvia Solórzano sostuvieron que la desaparición de su madre está más presente que nunca y llamaron a la sociedad (mexicana y guatemalteca) a no dejar que las violaciones a Derechos Humanos (DH) o agresiones del Estado hacia la ciudadanía pasen desapercibidas.


Los 100 años de su nacimiento ocurren en un contexto en donde las desapariciones forzadas y aquellas que ocurren a manos del crimen organizado en México, clavan un dolor profundo en miles de madres, esposas o hijas que pierden a sus seres queridos ante la indiferencia de las autoridades. 

http://www.elmercuriodigital.net/2014/12/alaide-foppa-34-anos-desaparecida-por.html 

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