jueves, 3 de marzo de 2016

No a una corte celestial. No lo hagan porque se los ordena el embajador Todd Robinson, sino por dignidad propia y por amor a este país.


Foto: Walter Peña, elPeriodico.
MIGUEL ÁNGEL ALBIZURES
Las protestas y presión se han centrado ahora en el Congreso de la República y es lógico que así sea, pues ha sido un centro de negocios en donde lo ideológico importa un comino porque la mayoría de diputados ha antepuesto sus intereses personales, a los intereses del pueblo y van y vienen de un partido a otro, de acuerdo a la paga. Las presiones y consignas contra la corrupción o por las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, son importantes y deben continuar, pero no hay que perder de vista que estamos a las puertas de la elección o selección de los magistrados titulares y suplentes que integrarán la Corte de Constitucionalidad y eso es de vital importancia para el futuro del país y para seguir dando la lucha por un Estado democrático de derecho.
Hay que tomar en cuenta que los sectores oscurantistas del país quieren incidir para que lleguen quienes puedan garantizar, no la defensa de la Carta Magna, sino quienes sin vergüenza alguna, como ya ha sucedido, la aplasten para favorecer intereses mezquinos. Por eso, no hay que irse de boca solo contra la corrupción, pues es el momento de presionar a quienes tienen el derecho de nombrar magistrados titulares y suplentes y ambos, son importantes, pues en casos especiales que contempla la Constitución, son siete los magistrados que tendrán que decidir o bien los suplentes asumen ante la ausencia de un titular.

Si el país cuenta con magistrados de reconocida honorabilidad como lo estipula la misma Constitución, no tendremos que preocuparnos por los cinco años que ejercerán ese poder, pues sin lugar a dudas contaremos con una corte terrenal, que pondrá los pies en la tierra y que no se manchará las manos con decisiones a todas luces inconstitucionales a través de las cuales se puede ver la mano peluda de los que quieren que siga reinando la impunidad. Ojalá que los diputados, los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Colegio de Abogados, el Consejo Superior Universitario y el Presidente en Consejo de Ministros, entiendan que Guatemala necesita dar pasos adelante, que es importante ponerse a la hora del mundo, que las transas para designar a los integrantes de la CC, deben terminar y que ellos pueden contribuir enormemente a cambiar la trágica imagen que nuestro país tiene ante el mundo. No lo hagan porque se los ordena el embajador Todd Robinson, quien debe ir a dar órdenes a su casa, sino por dignidad propia y por amor a este país que merece un mejor destino que se puede construir con Magistrados íntegros en las Cortes, en los tribunales, en el Ministerio Público, y con un pueblo que ejerce su derecho ciudadano de fiscalizar, protestar y exigir transparencia en el ejercicio del poder.
http://elperiodico.com.gt/2016/03/03/opinion/no-a-una-corte-celestial/

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